Gucci: un jardín de aire fresco
Con toda la vitalidad de la primavera, Gucci Bloom Gocce Di Fiori es la gran novedad que se integra a la tradición perfumera de la firma italiana.
El principio de una leyenda
Todo comienza en Florencia, Italia, con un hombre llamado Guccio Gucci. En 1920, él decidió abrir una pequeña tienda en Via della Vigna Nuova basada en el trabajo artesanal del cuero. El éxito de sus mocasines, sus cinturones tricolor, sus valijas y equipos de equitación hicieron que su apellido se destacara pronto. Con ayuda de tres de sus hijos -Aldo, Vasco y Rodolfo-, Guccio comenzó la expansión de la compañía hacia otras ciudades como Milán y Roma. En 1938 abrió su tienda en la Vía Condotti, Roma. Pronto llegó Nueva York y desde ahí la proyección al mundo. En los 50 y 60´s, el star system de Hollywood enloquecía con la G de Gucci y la expansión no paró.
La herencia perfumera
La historia de las fragancias comenzó años después, en 1974, con Gucci N°1. El perfume, creado por el nariz Guy Robert, fue un éxito rotundo en las tiendas de todo el mundo y comenzó una tradición que lo convertiría en un aroma italiano clásico. Desde entonces, con fragancias como Envy (1997) o Gucci by Gucci (2008), Flora by Gucci (2009) o Gucci Guilty (2010), la firma siempre estuvo entre las fragancias más buscadas por el mercado internacional y sin duda está entre los más elegidos en el Duty Free.
Un nuevo integrante de la familia Gucci Bloom
La gran noticia en el rubro de las fragancias de lujo es Gucci Bloom Gocce Di Fiori, el lanzamiento de la familia Bloom que logra encapsular el espíritu de la primavera. Se trata de una delicada versión Eau de Toilette, mezclada por el maestro perfumista Alberto Morillas, responsable del resto de las esencias Gucci Bloom. Siempre en sintonía con el actual director creativo de la etiqueta, Alessandro Michele, guarda el aroma de las gotas de lluvia que caen al amanecer.
Femenino y sofisticado
Sus notas se basan en un trío de ingredientes nobles altamente concentrados: extracto de jazmín, absoluto de tuberosa natural, una esencia muy intensa de la flor blanca del nardo, y finalmente la enredadera de Rangún. Esta última flor es la base que identifica a la familia olfativa Bloom.
En su aspecto exterior, la tonalidad rosa empolvada le suma un aspecto levemente vintage y romántico. La botella simula un recipiente de porcelana, y tiene ángulos rectos. El empaque tiene una inspiración de los cásicos motivos de Herbario, y lleva una impresión de hojas, ramas de cerezo y flores de toile de Jouy House en rojo y blanco, enmarcadas en negro.
Una propuesta que celebra la vitalidad de la primavera, un escape a la ciudad hacia un espacio onírico de tranquilidad y bienestar.
